En este momento
del viaje los navegantes son arrastrados durante nueve días y en el décimo día
llegaron a la isla de los lotófagos, los que se alimentan con flores. Ya en tierra hicieron provisiones de agua y
comieron sus alimentos, ya cuando se hartaron
de sus alimentos Ulises envió a dos hombres para que fueran a investigar
qué clase de personas se encontraban en la isla y como tercer hombre envió un heraldo, entonces estos se
encontraron con los lotófagos, estos le ofrecieron a los tres su comida. La
flor de Loto, esto hizo que olvidasen todas sus penas y que estos quisieran
quedarse en la isla lo cual hizo que Ulises tuviera que agarrarlos a la fuerza
ya que estos se negaban a regresar, inclusive lloraban por quedarse ahí,
tuvieron que amarrarlos a la nave. Después de esto Ulises ordenó a sus
navegantes que embarcaran rápidamente la nave y que por ninguna razón
consumieran esta flor que les hiciera olvidar por lo que estaban ahí.
Durante este
pasaje se destaca la gran valentía con la que contaba Ulises cuando se bajó del
barco para ir a ver que les había sucedido a sus compañeros, sin importar los
peligros por los que podría correr.
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